¿Qué ver en Vancouver?

Vancouver es una ciudad considerada al día de hoy como una de las más cosmopolitas y de gran pluralidad racial o étnica del país de Canadá. Hablamos de un puerto marítimo de la Columbia Británica, específicamente hacia su costa oeste, rodeada de mar y montañas. Por tanto, si eres de aquellas personas que les gustan estos ambientes, entonces Vancouver es ideal para ti.

Hay muchos lugares para conocer, ya que, aparte de su hermosa naturaleza, la cual puedes conocer en rutas de senderismo, paseos, entre otros, tiene ambientes teatrales, musicales y artísticos muy activos que se pueden observar en su Galería de Arte y museos. Entre ellos el de Antropología, con diferentes colecciones originarias del país.

Es una ciudad limpia y muy ordenada, con buen funcionamiento del transporte y gente muy amable. Su población en su mayoría es de inmigrantes asiáticos, por lo que se encuentran diferentes religiones. A continuación, conoceremos algunos lugares turísticos importantes para conocer en Vancouver.

¿Cuál es la historia de la ciudad de Vancouver?

La ciudad de Vancouver como la conocemos hoy día, transformada cultural y comercialmente, es relativamente nueva: apenas tiene 118 años. Fue siempre habitada por los nativos del lugar, con sus ambientes costeros y montañas bien boscosas. A pesar de esta transformación, sigue conservando su natural belleza.

El cambio comenzó con la labor de algunos exploradores, los cuales buscaban un trayecto marítimo por el norte de América y específicamente hacia el lado Noroeste. Fue entonces cuando llegaron del viejo continente europeo los nuevos colonizadores blancos, reclamando estas tierras y de esta manera alteraron el lugar ideal que tenían los indígenas y en el cual vivían pacíficamente.

Entonces, en 1778, el británico James Cook llega a estas tierras con su tripulación, la cual fue confundida por los indígenas como unos extraños y muy raros espíritus. Luego, en 1791 otro explorador llamado José María Narváez, de origen español, llega por mar a estas tierras, pero decide no bajar de la embarcación. Seguidamente, en 1792 aparecen George Vancouver de Inglaterra y Dionisio Alcalá Galiano de España.

El capitán Vancouver trazó un mapa de estas aguas por donde entró en Burrard. Luego tuvo la oportunidad de intercambiar información con los mapas que había elaborado el capitán Dionisio; es decir, ambos exploraron las tierras. Esta zona había pertenecido por muchísimo tiempo a los nativos, pero a partir de ese momento George Vancouver, en nombre de la Marina Real Británica, reclamó la tierra y le colocó el nombre actual.

A pesar de que la zona era controlada por los británicos, fue en 1808 cuando comenzó el comercio con Simón Fraser de pieles y luego de oro. Entonces, la noticia de otras tierras se expandió, y en 1860 llegaron los primeros colonizadores para habitarla y comenzar una vida nueva.

¿Qué parques podemos conocer de Vancouver?

Parque Capilano Bridge

Al norte de Vancouver se encuentra este hermoso parque, una atracción turística que posee un puente suspendido sobre el río Capilano. Este cuenta con un largo de 140m y 70m de altura. Construido por un escocés e ingeniero civil en 1890, en un principio fue elaborado con cuerdas de cáñamo, que son unas fibras bien resistentes de origen vegetal y tablas de madera de cedro. 

Posteriormente, para 1953 cambió de dueño y entonces fue reconstruido con cables de alambre para mayor seguridad. Ahora bien, si le tienes miedo a las alturas no te lo recomendamos; de lo contrario, en la época de verano se pueden observar los kayakistas que descienden por el río. 

En marzo hay carreras de patos de goma de color amarillo flotando sobre el mismo para llegar al desembocadero; y los dueños de esos paticos que lleguen primero ganan un premio. Además, tienes muchas maneras de llegar desde la ciudad al puente; por ejemplo, en metro, autobús, taxi o, si se prefiere, en coche. 

El Parque Stanley

Este parque consta de 988 acres aproximadamente, o 400 hectáreas, con espectaculares espacios, jardines y cubierto de coníferas, es decir, árboles y arbustos de frutos en forma de piña. Un hermoso acuario con variedad de animales como delfines, nutrias, tiburones, anacondas, además de corales, plantas marinas y estrellas de mar.

Igualmente, hay un tren miniatura que te permite conocer el parque mediante un recorrido de dos kilómetros, pasando por diferentes túneles y todo su entorno natural. Igualmente, posee un árbol que tiene un agujero inmenso en su parte inferior, que data desde hace unos ochocientos años y por donde han pasado coches, ciclistas, entre otros.

También posee caminos para realizar senderismo o pasear en bicicleta. Además, tiene lagos y playas que te refrescan en épocas de calor como primavera y verano y zonas para realizar picnics. El parque dispone de una fauna muy hermosa de aves, ardillas, mapaches, liebres, coyotes, entre otros.

También se puede disfrutar de la cultura de los nativos en Brockton Point, la colección de 9 tótems de madera. Son réplicas, ya que los originales están esparcidos por diferentes museos y datan de 1880, representando historias de las tribus de la época.

El Parque del Cañón Lynn

Este parque se abrió al público en 1912 con apenas cinco hectáreas, pero desde entonces se ha ido expandiendo hasta las 270 que presenta en la actualidad. Kilómetros de hermosa belleza natural y senderismo, muchas zonas para realizar picnic y el puente colgante del Cañón, el cual conecta ambas partes. Se localiza a 50 m sobre el río. 

En época de verano se puede disfrutar de un baño en la parte alta del mismo. También tiene un Centro de Ecología donde se puede disfrutar de exposiciones sobre la naturaleza y la biodiversidad de la zona. Igualmente, en la parte baja del puente se localizan las famosas cataratas gemelas.

El muy conocido barrio de Gastown

Uno de los barrios antiguos de la ciudad y que tiene como gran atracción de turismo el peculiar reloj de vapor y las casitas con estilo victoriano. El reloj, cada treinta minutos y al cumplir la hora, emite un peculiar sonido y a la vez desprende el vapor. 

Se localiza en el cruce de Cambie Street y la Water Street. Al principio la idea era tapar la expulsión de vapor que salía por una rejilla en 1977, pero con el tiempo se convirtió en una atracción para los turistas que visitaban la ciudad. El relojero Raymond Saunders, de origen canadiense, probablemente nunca se imaginó lo que iba a representar este reloj para el futuro.

Este es un barrio con mucho movimiento y actividad, ya que posee restaurantes, cafés, talleres, tiendas, oficinas y algunos estudios sobre arquitectura. Pero su mayor atracción, por supuesto, es el reloj de vapor. Muy lindo, con aspecto antiguo, pero realizado con material de latón, cobre, cristal y un estilo victoriano.

La Montaña de Grouse

Esta es la montaña que se encuentra más cercana a la ciudad de Vancouver y que no te puedes perder de visitar. Durante la época de verano se disfruta de hermosas vistas y en invierno se convierte en una estación para esquiar. Se puede subir en el teleférico o Skyride, el más grande de Norteamérica.

Se recorren unos 2 kilómetros y al llegar a la cumbre de la montaña conocerás el refugio de unos osos en su natural hábitat. Otra atracción es ver a los lobos grises que fueron criados en cautiverio. También en la cumbre se pueden observar documentales sobre leñadores y los pájaros más veloces del planeta. Igualmente, la entrada tiene incluido un paseo en la telesilla; ofreciéndote hermosas vistas.

Para los más arriesgados y que les gusta la adrenalina tienen actividades de tirolina y la posibilidad de utilizar el parapente con un monitor. También hay excursiones para viajar en helicóptero. A los que les gusta el senderismo, se recomienda la ruta de Grouse Grind Trail, ya que es la más conocida para llegar a la cumbre y dura 2 horas aproximado el recorrido.

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