Un retiro de yoga para los sentidos en Sicilia

¿Un retiro de yoga y vino? Sí, es posible. De hecho, es una experiencia inolvidable. Próximo destino.

Cuando pensamos en un retiro de yoga, lo asociamos a una práctica disciplinada del yoga, así como a abstenerse de ciertos placeres para mantenerse en forma y en modo «desintoxicación».

Alexandra Meffert, fundadora del centro de movimiento Lichtraum (Düsseldorf) y experta en yoga Sträla, sugiere algo diferente: un retiro de yoga sin renunciar a los grandes placeres de la vida, como la buena comida y el buen vino. Podemos decir que tras cinco días en Sicilia con ella, éramos felices: en una especie de nube de alegría sin culpa. Y, desde luego, más satisfecho.

Sicilia

La belleza de Sicilia es innegable, y la hermosa finca de la familia Planeta en Menfi, La Forestería -el lugar donde Alexandra lleva a cabo sus retiros de «Yoga para los sentidos»- es prueba de ello. Situada a 100 km al sur de Palermo, La Foresteria es un lugar muy especial para alojarse, rodeado de viñedos y con vistas al mar Mediterráneo. Francesca Planeta es la responsable de este proyecto enoturístico de alta gama.

Con sus 14 suites situadas alrededor de hermosos jardines perfumados con hierbas y flores, La Foresteria es un oasis en el suroeste de Sicilia, cerca de los templos de la antigua ciudad griega de Selinunte, menos famosa que la cercana Agrigento pero igual de impresionante.

Planeta

Planeta son los productores de vino más famosos e importantes de Sicilia. Con 363 hectáreas de viñedos repartidos por toda la isla, producen una amplia variedad de vinos en cinco lugares diferentes: Etna, Noto, Menfi, Vitoria y Capo Milazzo. La familia, cuyo apellido es de origen español, está estrechamente vinculada a la historia, las tradiciones y la promoción del vino siciliano.

La última temporada de la serie de la HBO «El loto blanco» (que nos atrajo a Sicilia) incluso rodó varias escenas en su finca, lo que demuestra que la familia Planeta es la mejor referencia de Sicilia en lo que a vino y enoturismo se refiere.

Alexandra, una buena amiga de la familia Planeta, ofrece dos retiros al año en su complejo, uno en primavera y otro en otoño. Sus clases de yoga, centradas en la gestión del estrés y la meditación, se imparten dos veces al día, por la mañana y por la tarde. Entre medias, Alex ofrece un amplio programa cultural.

El día comienza con una meditación con Alex, seguida de un excelente desayuno a la carta. A continuación, una clase matinal de yoga. Cada día es un poco diferente: si el tiempo lo permite, tiene lugar en la terraza con vistas al Mediterráneo, a veces en la sala con vistas a los jardines y viñedos.

Ulm

Igualmente memorable es un viaje a otra finca familiar, Planeta, en Ulm, cerca de La Foresteria, en una zona de colinas repleta de viñedos. Aquí, tras un paseo por los viñedos y la bodega, podremos degustar las numerosas variedades de vino de Planeta: desde vinos blancos y minerales de la región del Etna hasta tintos sorprendentemente corpulentos y complejos.

A continuación, en una gran mesa, nos ofrecen un plato típico de la región: el timbalo, una especie de empanada con ragú, berenjena y mozzarella. Una verdadera delicia.

Otra experiencia divertida son las clases de cocina ofrecidas por la chef de La Fortesteria, Angeli Pumilia, que transforma los sabores tradicionales de la isla en algo moderno y elevado. Esta vez nos enseñó a preparar uno de los platos más típicos: los arancini, una especie de croqueta cuyo interior se asemeja a un risotto con un centro de queso fundido. Intentar imitar al chef te hará reír.

Como en casa

La hospitalidad siciliana le hará sentirse como en casa y disfrutará de los jardines, los viñedos y el huerto con el aroma de miles de hierbas que luego se utilizan en la cocina, las habitaciones muy confortables y el clima templado (que le permitirá aprovechar el cálido sol y bañarse en la piscina, situada en lo alto de la propiedad y que ofrece vistas panorámicas de los alrededores).

A última hora de la tarde, Alex siempre dirige una clase de yoga más suave que por la mañana, por razones obvias. Cada día termina con una cena y todo el grupo se reúne como una gran familia siciliana.

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