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El gofre es un dulce exquisito de repostería y popular de la ciudad de Bruselas, capital de Bélgica; el cual es conocido y consumido en casi todo el mundo como gofre belga. Pero dependiendo de la región de este país, el gofre se puede llamar de Bruselas, de Lieja, de Siska, de Flandes y otros, pues tienen como una docena de variantes de gofres.
Dicho postre está conformado por una masa de consistencia crujiente parecida a las galletas, la cual se dispensa sobre una gofrera para obtener su forma; en otras partes del planeta los llaman wafles. En Bruselas los que más se venden son los 2 primeros que se mencionaron anteriormente, aunque el más popular es el de Lieja; además, se encuentran por toda la ciudad en pastelerías, panaderías, supermercados y en las furgonetas amarillas.
Tienen un olor intenso y son tantas las opciones visuales que no se sabe por cuál decidir, ya que se pueden acompañar con helado, nata, chocolate, canela, vainilla, sirope, miel, frutas y también pueden ser salados.
Muchas personas e inclusive turistas se confunden y no saben diferenciar entre el gofre de Bruselas y el gofre de Lieja. Ambos son diferentes en cuanto a su forma, receta, sabor, aspecto, cocción y tipo de gofrera con la cual se elaboran. La idea es que, en este artículo, podamos conocer las diferencias y escoger el mejor gofre.
¿Qué se entiende por gofre belga?
Se entiende por gofre un dulce crujiente y pequeño que se elabora mediante una mezcla de ciertos ingredientes, parecida a la de una galleta o una barquilla, que se dispensa y cocina sobre 2 planchas de hierro fundido o también puede ser de aluminio, que se calientan a una determinada temperatura.
Estas planchas tienen interiormente unas divisiones en forma de rejilla, que se parecen a un panal, llamada gofrera; y cuando la mezcla está cocinada toma la forma de ese molde interno. Ahora bien, ese patrón tipo panal es relativamente nuevo, ya que inicialmente eran unas tortas planas, preparadas entre las 2 planchas de hierro.
Hablemos un poco sobre el origen e historia del gofre:
El origen del gofre de Bruselas no está muy bien definido. Sin embargo, en 1856 un Sr llamado Maximilien Consael comienza su preparación y venta. Mientras que el gofre de Lieja si se sabe que data del siglo XVIII, ya que el príncipe-Obispo de este lugar le pidió a su cocinero que le preparara algo bien especial.
Entonces, lo más antiguo que se conoce data de la época del neolítico, en donde se realizaban las tortas a base de cereal y cocinadas sobre piedras calientes. Más adelante en la antigua Grecia ya se utilizaban moldes que formaban 2 placas de hierro para preparar sus pasteles.
Seguidamente, en la Edad Media se preparaban unas hostias redondas que tenían grabados motivos religiosos en las planchas, para que luego fuesen consumidas por los fieles. Posteriormente en el siglo XIII un herrero diseña un molde que tiene en su parte interna la cuadrícula o forma de panal como las de hoy día. Se popularizaron y se comenzaron a vender en las calles; los días festivos a nivel de la entrada de las Iglesias.
Pero para la época todos eran salados, con una mezcla de harina, sal y agua; llegaron a sustituir al pan. Entonces, hacia el siglo XVIII las clases más pudientes empezaron agregarle a la mezcla huevos, miel y leche; igualmente, las nuevas recetas también contenían vainilla, canela y azúcar.
Mencionemos las variedades de gofres más comunes en Bruselas:
Ya mencionamos que Bélgica posee más de 1 docena de variedades de gofres, siempre dependiendo de la región en la cual se originaron. Pero en Bruselas básicamente se pueden conseguir 4 de ellos. Entonces, el original de esta zona se llama gofre de Bruselas; en cambio, los de la región de Lieja será el gofre de Lieja; que por cierto es el más popular de todos.
Igualmente, se consiguen los gofres Siska, que se parecen al de Bruselas, aunque un poco más gordos y tienen forma de corazón; son típicos de la región costera de Knokkle le Zoute, zona super fashion del norte de Europa.
Los otros gofres son los de Flandes, que se consiguen un poco menos, originarios de la franca septentrional de Bélgica y partes de las vecinas Francia y de los Países Bajos; de aspecto más delgaditos y con una capa en el centro de caramelo.
Diferencias entre los gofres de Bruselas y los gofres de Lieja ¿cuál es el mejor?
El gofre de Bruselas:
Tienen forma rectangular, de grandes agujeros para el relleno dulce o salado, de finas crestas y estructura crujiente. Se elabora una mezcla ligera, líquida, aireada con ingredientes de mantequilla, harina, leche, huevos, azúcar de vainilla y levadura. Por lo general se comen calientes porque se cocinan en una gofrera con rejillas, bien sea de 15 o de 24 agujeros tipo panal. Pero debemos aclarar que inicialmente este gofre tenía 20 agujeros.
Lo más común es servirlo de manera sencilla, con azúcar glas o impalpable, o también con chocolate, pero eso no quiere decir que no se le puedan agregar otros elementos, tales como helado, frutas, caramelo, nata, trozos de chocolate, etc. Asimismo, hay comensales que los prefieren con relleno salado, tal como jamón, salmón/eneldo, queso, bacon, entre otros.
Ahora bien, si el gofre es frío esa textura crujiente la pierde y queda un gofre húmedo y blando, que también es preferido por algunas personas. Concluimos diciendo entonces que el gofre de Bruselas tiene un sabor con menos azúcar y más neutro que el gofre de Lieja.
El gofre de Lieja:
Tienen forma ovalada, con una mezcla de mayor consistencia que la de Bruselas. Además, los bordes son irregulares, y esta gofrera de hierro está formada por una cuadrícula de 24 agujeros donde se cocinan. La mezcla se encuentra aromatizada con el azúcar de vainilla y el azúcar perlado que se le incorpora al final de la preparación, que le da el toque crujiente, porque lo carameliza y le da el tono dorado. Se pueden comer calientes o fríos.
Esta mezcla que se prepara, más espesa, se llama páton y lleva los siguientes ingredientes: mantequilla, harina, huevos, levadura, leche y el azúcar perlado C40, también llamado azúcar granulada. Usualmente se consigue en 2 sabores básicos que son canela y vainilla; pero se le pueden agregar pedacitos de chocolate o azúcar perlado de cacao. Los turistas lo comen con muchos rellenos, como el de Bruselas.
Finalizamos diciendo que este gofre de Lieja se puede degustar caliente, templado o frío, todo dependerá de quién lo vaya a consumir; además, se puede ofrecer para llevar y comerlo sentado en cualquier lugar cómodamente.
