Pueblos imperdibles y románticos al sur de Francia

El sur de Francia es uno de los lugares más espectaculares y románticos del país. Nos permite realizar un paseo en coche y poder apreciar todo el encanto de pueblos y ciudades que se quedaron congelados en el tiempo. Además, algunos tienen cascos históricos muy bien conservados, pudiendo admirar castillos, fortalezas, parques naturales, entre otros.

Un viaje por el sur de Francia permite realizar diferentes rutas y a la vez conocer tanto pueblos de montaña como de costa. Es decir, desde los Pirineos Atlánticos hasta Provenza Alpes-Costa Azul. Puede degustar algunos productos de su gastronomía; entre ellos sus quesos y vinos; muchos de ellos dentro de la lista de la Asociación de Los Pueblos más bonitos de Francia. Pero los propios viajeros coinciden con este mismo criterio.

¿Cómo se puede empezar a realizar una ruta por el sur del país francés? 

Si ya ha decidido realizar una ruta por el sur de Francia, entonces lo primero es ver cuáles son las vías de transporte para llegar al destino y dónde comenzará su nueva ruta, partiendo desde el lugar donde se ubica. Por supuesto, siempre tratando de encontrar la forma más cómoda y menos engorrosa. 

Por ejemplo, si está en Cataluña, una buena alternativa sería alojarse en la ciudad de Montpellier o Toulouse, porque puede llegar en autobús, tren o en coche. Pero también, si lo prefiere, puede llegar en un vuelo económico, cuya reserva se haga con antelación. Ahora bien, una vez que se llegue al destino para alojarse y se tenga claro qué pueblos quiere conocer, se recomienda alquilar un coche para realizar ese recorrido.

El transporte público es muy bueno, pero dicen los viajeros que sale más económico rentar un auto. Además, tiene su propio horario o ritmo para llegar a los destinos escogidos. Igualmente, es importante llevar un mapa, que le servirá como guía para poder descubrir sin problemas esta hermosa zona del sur de Francia. A continuación, mencionaremos algunos de estos lugares.

A nivel de la región de la Nueva Aquitania:

En las Montañas de los Pirineos, Sare:

En el Municipio de los famosos Pirineos Atlánticos, y en pleno corazón del país vasco, se localiza el pueblo de Sare; con una extensión de 50 Km cuadrados. Este municipio comparte frontera con España, en el territorio vasco francés de Labort. Posee un poco más de 2500 habitantes, con larga actividad de agricultura y pastoreo.

Desde hace poco tiempo se dedican también al procesamiento de la lana. Entre sus encantos se encuentran sus casas tradicionales; además, se localiza la iglesia de San Martín, con sus pisos de roble. Y el tren le transportará hasta la cumbre del Rhune, para disfrutar de las vistas y algunas cuevas de la prehistoria.

En el territorio de Baja Navarra, San Juan de Pie de Puerto:

Esta preciosa villa de estilo medieval se encuentra rodeada de murallas de mosaicos de gres color rosa. Los turistas y visitantes quedan impresionados con sus calles empedradas y sus casas con las fachadas tan pintorescas, como si flotaran sobre el agua; igualmente, puede visitar el famoso puente sobre el río Nive.

La ciudadela fue remodelada por Vauban, y para disfrutar de las vistas y de las zonas verdes es necesario subir hasta la entrada de la misma. En la Prisión de los Obispos, en la calle 41, se localiza el museo dedicado al camino de Santiago durante la etapa medieval.

A nivel de la región de Languedoc-Rosellón, en Occitania:

En la frontera Hispano-Francesa, la ciudad de Castelnou:

Se localiza muy cerca de la localidad llamada Thuir y a 48 km de La Jonquera, en la frontera Hispano-Francesa, cerca de España. Una hermosa villa al estilo medieval que se encuentra muy bien conservada y que atrae a miles de turistas anualmente. Cuenta con una población que no pasa de los 400 habitantes, murallas con 8 torres y 4 puertas, localizadas en cada punto cardinal. 

Entre los lugares a visitar tenemos el Castillo de Castelnou, que data del 990 y que se desempeñó como capital del Vizcondado del Vallespir durante un poco más de 3 siglos. Igualmente, la Iglesia de Santa María de Mercadal, del siglo XIII y que se sitúa fuera de las murallas. También sus calles empedradas tienen su gran encanto; además de las tiendas de artesanías, restaurantes, entre otros.

En el Departamento de Aveyron, La Comuna de Belcastel:

Belcastel se localiza en un valle a las orillas del río Aveyron. Es un pueblo con mucho patrimonio medieval y que los mismos turistas lo catalogan como si fuese una postal; por lo bello de la localidad. Puede vivir su aventura como si el tiempo no hubiese transcurrido. Entre los aspectos que llaman la atención se encuentra el puente gótico del siglo XV, exactamente del 1480, en perfecta conservación.

Igualmente, el castillo medieval del siglo XI, situándose en la parte alta del pueblo y desde donde se admira todo el panorama. Es un pueblo con pocos habitantes, con su río de aguas cristalinas, algunas praderas verdes y frondosos bosques. 

El Pueblo Medieval de Minerve:

Es un municipio pequeño que se ha destacado por la calidad de la producción de sus vinos; se localiza a 1 hora de la ciudad de Carcassonne en coche. El pueblo fue una fortaleza medieval amurallada, con sus agradables calles empedradas y estrechas. Posee varios lugares para conocer, como el Puente de Roca, que se encuentra bajo el pueblo y que fue erosionado por la acción del río. 

Igualmente, se localiza el Museo de Arqueología y Paleontología, gracias a la cantidad de fósiles y objetos encontrados a nivel de las cuevas prehistóricas. También el Museo Hurepel, en el cual se reproduce la historia de los Cátaros, cuando se refugiaron en la ciudad de Minerve.

Algunos de ellos se salvaron del horror de Simón Monfort a principios del siglo XIII, quien quería apoderarse de Minerve y conseguir el apoyo de sus habitantes gracias a la intervención de Guillhem en la rendición; pero 140 no renunciaron, siendo fieles a sus creencias, por lo que fueron quemados en la hoguera el 22 de julio de 1210. 

A nivel de la región de Provenza Alpes-Costa Azul:

En el último segmento de la Costa Azul, Sainte Agnés:

Estamos hablando del trecho donde Francia se encuentra con el país italiano, ofreciendo un paisaje en el camino tanto de montaña como los Pirineos Marítimos, y de la costa o bahía de Menton. Una aldea pequeña suspendida en lo alto, muy mágica, en la costa mediterránea. 

Se le reconoce por lo pegada de sus casas, que se encuentran estrechamente unidas. Además de que están adornadas con bellas flores, que se despliegan colgando en forma de cascadas. En esta localidad se puede visitar el fuerte militar, con sus 2000 m cuadrados, que fue utilizado en la 2da Guerra Mundial por los soldados. 

La capital de la Riviera Francesa, Niza:

Niza es una ciudad que te ofrece mucha cultura y arte, ofreciendo una buena variedad de museos; claro, después de la ciudad de París. Con una arquitectura al estilo barroco, elegante y bañada por el Mediterráneo. Localizada a nivel de la Costa Azul y muy cerca de la frontera con el país italiano; solo a unos 40 km. 

Por estar cerca de Italia se ha favorecido el intercambio entre ambas naciones, siendo estos frecuentes y fáciles. Niza en el pasado pertenecía a Italia, pero es a partir del siglo XIX que pasó a pertenecer a Francia. Entre sus atractivos de tipo turísticos se encuentran, por supuesto, las playas, la colina du Chateau, la Plaza de Masséna, los Jardines de Alberti I; además de su deliciosa gastronomía y mercados bien coloridos. 

La ciudad antigua de los Papas, Avignon:

Avignon se localiza hacia el departamento de Vaucluse, en Bouches-du-Rhône y en el borde del Gard; cerca de Montpellier y Nimes. Con una población de unos 92.000 habitantes. En la antigüedad fue ocupada por los griegos y luego por los romanos; seguidamente, en la edad media, llegan los famosos Papas, marcando su residencia oficial en esta ciudad.

Posteriormente esta ciudad pasó a manos de Carlomagno, luego a los italianos y finalmente quedó en Francia. Entre sus joyas de tipo arquitectónicas se localiza el Palacio de los Papas; es una combinación entre lo gótico y una fortaleza antigua, en donde se observan claustros, habitaciones, salas, entre otros. 

Igualmente, el puente de origen medieval, del cual solo se conserva una parte y que comunicaba Avignon y Villeneuve-lés-Avignon. 

También se localiza la Catedral, el Petit Palais y las murallas antiguas de la ciudad. Todos pertenecen al Patrimonio de la Humanidad desde 1995.

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