Marvao, el pueblo portugués que quiere ser patrimonio de la humanidad

La villa y las montañas escarpadas en las que se localiza están incluidas en la lista de candidatos a Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO desde 2000. Descubrí en esta nota el porqué de esta belleza patrimonial que está en esa tan preciada lista. 

Marvão es una villa portuguesa del distrito de Portalegre, región de Alentejo y comunidad intermunicipal del Alto Alentejo, con cerca de 600 habitantes. Un pueblito muy pequeño dentro del hermoso Portugal que siempre nos invita a descubrir las huellas de su histórico medioevo. Portugal requiere un trato único, que debe ser aprovechado de la mejor manera, naturalmente y relajadamente al 100%.

PORTUGAL MUESTRA SU BELLEZA NATURAL

España y Portugal comparten fronteras, y Marvao es uno de los puntos más cercanos de estos dos países. Tan solo una poca cantidad de kilómetros separan a esta maravillosa ciudad de Valencia de Alcántara, y tan simplemente se puede llegar allí tomando una carretera nacional que quizás no es la más cómoda pero que si les regalará unos paisajes icónicos que les serán difícil de olvidar. 

La sierra de Sao Mamede da el indicio de que ya estamos cerca de Marvao, ya que a lo alto de ese cerro se exhibe el castillo, protegido por sus murallas aparece el santo gríal portugués. 

La ubicación de Marvão en lo alto del acantilado no es fortuita. Desde esta ubicación, la función defensiva y de vigilancia de la ciudad era absoluta y la invasión sería prácticamente imposible. Pero la realidad es todo lo contrario, ya que Marvão ha visto pasar por sus fronteras a varias civilizaciones desde la época romana y, aunque fue arrebatada a los musulmanes a mediados del siglo XII, el califato consiguió recuperarla ocasionalmente, ya que incluso fue disputada durante décadas entre gobernadores musulmanes.

Este ambiente bullicioso llevó a la construcción de un castillo y de fortificaciones alrededor de la ciudad de Marvão. Si dejas el coche al borde de la muralla, puedes subir al castillo a pie. Hay una pequeña oficina de turismo cerca del aparcamiento, situada junto a una de las entradas originales de la ciudad.

LA MURALLA QUE PROTEGE EL CASTILLO

Apenas pasamos por el arco que tanto caracteriza esta localidad, viajamos a los tiempos de los caballeros cruzados y los estandartes mientras un sol impacta contra las casa encaladas perfectamente pintadas de ese blanco tan particular que tiene Marvao. Aunque el castillo data del siglo XII, las modificaciones posteriores no se llevaron a cabo hasta el siglo XVII. Por eso, si se observan con atención las estructuras, se notan estos cambios en el material y en la disposición de los elementos.

Las murallas llevan a dar un recorrido de contemplación que te puede dejar boquiabierto, por admirar esa hermosa arquitectura, la naturaleza tan impactante y el vértigo de estar tan arriba. Cada esquina pequeña es un mirador, y ni hablar para los apasionados por la fotografía, ya que este es uno de los mejores destinos para ello! 

El castillo está en muy buen estado. Por eso fue declarado monumento nacional en 1922 y desde entonces es una de las mayores atracciones de la ruta de los castillos medievales portugueses. De camino a la fortaleza, tendremos que pasar por el patio de armas y pasar por el aljibe, que es uno de los mayores y mejor conservados aljibes medievales de todo el país.

El punto más alto de todo Marvao es la Torre del Homenaje, y tiene las vistas más espectaculares para enamorarse con ese hermoso paisaje. Es más, se dice que se puede ver toda Europa desde ahí. Con el correr del tiempo le agregaron diferentes estructuras a la fortaleza, como algunos cañones de defensa que están en un estado tan perfecto que hasta pueden llegar a usarse tranquilamente en la actualidad.

EL PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD NUNCA RECONOCIDO

La vista desde aquí es espectacular, insuperable si se puede sentar en la terraza del restaurante vecino. Todo el conjunto histórico-artístico de Marvão ha dejado boquiabiertos a los historiadores y a los amantes del arte y la cultura, pero no ha sido el caso de la UNESCO. A pesar de que tanto la ciudad medieval como el increíble parque natural que la adorna son candidatos a Patrimonio de la Humanidad desde el año 2000, la UNESCO parece reacia a reconocer este privilegio a la ciudad portuguesa. 

DATOS CURIOSOS DE MARVAO

Varios gobernantes que pasaron por Marvao se disputaron su propiedad. Pero lo cierto es que, gracias al castillo y a sus magníficas fortificaciones, nunca fue conquistado, aunque fue asediado varias veces.

En 1995 se descubrieron en los alrededores las ruinas de la antigua ciudad romana de Ammaia. Esta enorme ciudad (unas 3.000 hectáreas) era una ciudad muy próspera en el siglo I a.C. gracias a la producción de vino y aceite. Hoy puedes visitarla.

Marvão es una ciudad extremadamente limpia. Es prácticamente imposible encontrar un solo papel en el suelo. Además del civismo de sus habitantes, cuenta con un servicio municipal de limpieza realmente eficaz. Es una alegría.

El Parque Natural de la Sierra de São Mamede puede pasar desapercibido para la UNESCO, pero no para los amantes de la naturaleza. Desde Marvão, un sendero de 7 kilómetros recorre parte de este paraíso natural, que en esta época del año se cubre de un hermoso manto de colores rojizos y ocres.

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