Los 10 monumentos templarios más impresionantes de España

Los templarios pertenecían a la “Orden de los Pobres Caballeros de Cristo y del Templo de Salomón”. Inicialmente se encargaban de proteger a los peregrinos en su camino a Jerusalén, es decir, a banqueros, constructores y administradores; y a lo largo de 2 siglos acumularon mucho poder y riquezas. Luego comienzan a unirse con la iglesia católica, defendiendo a la misma y al poder del papa; participando también en las Cruzadas. 

Cuenta la historia que posteriormente fueron acusados falsamente ante la inquisición de herejía, gracias a la confabulación del papa Clemente V y el rey de Francia Felipe El Hermoso, porque ambos deseaban las grandes riquezas de estos caballeros, los cuales fueron quemados en la hoguera; un acto de alta traición, desapareciendo para 1312.

Sin embargo, han dejado un legado no solo en España, sino en toda Europa. Monumentales edificaciones que todavía permanecen a pesar del paso de los siglos, los cuales levantaron mediante castillos, templos, ermitas, entre otros. A continuación, mencionaremos 10 de sus monumentos más impresionantes en España.

Monumentos templarios en las Comunidades de Navarra y Aragón: 

La iglesia Santa María de Eunate en la Comunidad Foral de Navarra: 

Hacia el norte de España se localiza esta iglesia, específicamente en Muruzábal, en el camino hacia Santiago. Se considera que es muy enigmática, ya que cuenta con una forma octagonal y rodeada por una galería de 33 arcos al estilo románico, al igual que el resto de la edificación. 

Se dice que los templarios estuvieron involucrados en su construcción en el año 1170. Además, tiene similitudes con la iglesia de Vera Cruz en Segovia. En el idioma euskera, esta advocación del nombre mariano quiere decir “cien puertas”. Igualmente, esta ermita también funcionaba como cementerio para aquellos peregrinos que no podían llegar hasta donde se encontraba el Apóstol.

El Castillo de Monzón en la Comunidad de Aragón:

Castillo de origen árabe está localizado específicamente en la Provincia de Huesca, en el pueblo de Monzón. Pero fue para 1143 cuando llegó la Orden del Temple y se establecieron para defender la zona, realizando ampliaciones del lugar hasta llegar a la grandeza que se observa hoy día. Además, acá se educó al rey Jaime I de Aragón, “El conquistador”. 

Pero para 1307 el papa Clemente V comenzó la persecución de los templarios y entonces este castillo sirvió de refugio para estos caballeros que se negaron a capitular; por tanto, esta edificación es una de las últimas obras dejadas por esta Orden, en esta comunidad y en la provincia de Huesca.

Monumentos templarios en las Comunidades de Cataluña:

En la Provincia de Tarragona encontramos el Castillo de Tortosa:

Otra de las hermosas fortalezas y que perteneció a esta Orden de los Caballeros del Temple, los cuales realizaron ampliaciones de la antigua alcazaba de origen árabe. Pero después de que fueron expulsados de esta edificación por las acusaciones de herejía ya mencionadas, en los siguientes siglos se siguieron realizando otras reformas.

Todas estas la hicieron cada vez más inexpugnable, hasta que en 1980 se transformó en un hotel, un Parador Nacional del Turismo para Tortosa; el Castillo de la Zuda, con las vistas panorámicas frente al río Ebro.

También en la Provincia de Tarragona se encuentra el Castillo de Miravet:

Comenta la historia que las funciones de tipo civil, militar y religiosa se planificaron en este castillo durante muchos siglos; situado en la parte sur del río Ebro. En el 1153 Berenguer IV cedió esta fortaleza a la Orden del Temple de origen árabe y que posteriormente se convirtió en este castillo, siguiendo el modelo de los de Tierra Santa.

Sus murallas, tienen una altura de unos 25 m y provienen de las rocas que protegen el curso del río. En su época también sirvieron para la protección y defensa de estos caballeros, que también lo custodiaban, hasta que se rindieron en diciembre de 1308.

Monumentos templarios en la Comunidad de Castilla y León:

En la Provincia de León, se localiza El Castillo de Ponferrada:

Para 1178 Fernando II de León toma la decisión de donar a la Orden del Temple esta edificación, que era de origen Celta, en la comarca de El Bierzo y a orillas del río Sil. Posteriormente fue reformada por los templarios en 1282, con la construcción del actual castillo. 

La finalidad era proteger a los peregrinos que transitaban por el Camino de Santiago; además de repoblar el territorio. Se destaca por su arquitectura de 12 torres, que reproducen la conformación de las constelaciones; además de las almenas o salientes verticales que coronan sus muros, los torreones y el foso, típicos de la Edad Media.

En la Provincia de Soria tenemos el Monasterio de San Polo: 

Monasterio que se localiza hacia el lado izquierdo y en la ribera del río Duero. Fue construido entre los siglos XII y XIII, con estilo gótico y románico; además, sus paredes se encuentran cubiertas de hiedras; hoy día es una propiedad privada. Este asentamiento templario y los Hospitalarios de San Juan de Duero funcionaban como órdenes militares para defender la entrada principal de la ciudad.

Estuvo habitado hasta 1312, hasta que la Orden del Temple fue desalojada y la propiedad pasó al rey, que luego se la vendió a la nobleza. El lugar estuvo en disputa hasta que la sentencia final se la dieron al Duque Núñez Fernán y sus descendientes.

En Segovia encontramos la Iglesia de la Vera Cruz:

En la carretera hacia Zamarramala, en las afueras de la ciudad de Segovia, se localiza esta iglesia. A lo lejos tiene forma aparentemente circular, pero en realidad su forma es dodecagonal o de 12 lados, y en la parte central tiene unas columnas y un techo que asemejan a un templo de 2 plantas. Su arquitectura es de estilo románica, y se supone que fueron los templarios los responsables de dicha construcción. 

En esa época también se conocía como la iglesia del Santo Sepulcro. En la actualidad es custodiada por la Orden de Malta, recuperando así el Viernes Santo y su esencia, con la procesión de estos caballeros.

Monumentos templarios en la Comunidad de Extremadura, Castilla La Mancha y Valenciana:

En la provincia de Badajoz, en la Comunidad de Extremadura, se localiza el Castillo de Jerez de los Caballeros:

Cuentan las crónicas que dicha fortaleza pasó a manos de la Orden del Temple gracias al rey Alfonso IX, que en el siglo XIII venció a los musulmanes para reconquistar esta zona. Los templarios tomaron la villa con la ayuda también de la Orden de Santiago y luego fue reformada, añadiendo otra muralla.

Esta fortificación y murallas en un principio sirvieron como refugio de la persecución a los templarios que se negaron a capitular, sin embargo, al final fueron degollados y arrojados desde la famosa torre del homenaje; llamada desde ese momento Torre Sangrienta.

En la Comunidad de Castilla la Mancha se localiza el castillo de San Servando en Toledo:

Originalmente en esta instalación Alfonso VI había construido un monasterio, en 1088, para honrar a los santos Germano y Servando. Posteriormente, se reconstruyó en el siglo XI, para protegerse tanto de la entrada de los musulmanes como del reino cristiano, a través del puente de Alcántara; ya que, al cruzar el mismo, se llega fácilmente al castillo. 

Por tanto, se levantó toda una fortaleza militar junto al río Tajo para esta defensa. La planta principal tiene forma rectangular, con cilíndricas torres huecas en 3 de sus esquinas; además, poseen arcos en forma de herradura. Los matacanes de las torres tienen ventanas de ladrillo y formas muy lobuladas.

Su puerta principal, que abre hacia la ciudad de Toledo, está formada por una torre que sigue siendo parte del recinto, pero exenta de muralla y conectada a ésta a través de un arco pequeño, que puede ser destruida por el enemigo; pero que a la vez lo mantiene aislado del resto del castillo. En la actualidad funciona como un albergue para jóvenes.

En la Comunidad Valenciana, en la provincia de Castellón, se localiza el Castillo de Peñíscola: 

Esta obra tipo civil y religiosa, un imponente castillo con estilo románico, fue construida entre el 1294 y 1307 por los templarios, después de que se les otorgó el control de este recinto frente al Mediterráneo mediante el reinado de Jaime II de Aragón. 

Pero, por cosas de la vida, en años posteriores este mismo rey contribuyó a la disolución de la Orden del Temple. Se dice que, en esta fortaleza, en el siglo XV, el papa Benedicto XIII lo convirtió en la sede de la Iglesia Católica, desafiando así a Roma para mantenerse fiel a sus principios y no renunciar a ellos.