Calendario, el secreto mejor guardado (y más sabroso de Salamanca)

En la Comunidad de Castilla y León se localiza Salamanca, y a nivel de la Sierra del mismo nombre se ubica este pueblo rural llamado Calendario; el cual forma parte de la red de los pueblos más bonitos del país. No solo por el encanto de sus calles y casas, sino también por su natural entorno; declarado por la Unesco Reserva Natural de la Biosfera, debido a sus bosques frondosos, llenos de robles, pinos, castaños y su hermosa fauna.

Desde 1975 el casco urbano de este pueblo rural de Calendario ha sido reconocido como “Conjunto Histórico Artístico”; lo cual lo ha llevado también a ser el lugar más fotografiado por los turistas. Además de ser recordado por la actividad y desarrollo en el pasado del arte de los embutidos, abasteciendo prácticamente a toda la península; es decir, la chacinería fue su base principal.

¿Qué podemos ver en el casco histórico del pueblo de Calendario?

Recorrer el casco histórico no lleva mucho tiempo. Sus calles empinadas presentan canales por donde corre el agua que baja de la Sierra y reciben el nombre de regaderas; que en su momento servían para limpiar la sangre dejada por la matanza de los cerdos. 

También se contemplan las fuentes, 18 en total; entre ellas están la fuente La Romana, la Cruz de Piedra, la de La Carretera, la de Arrabal, entre otras. Se dice que tiene tantas fuentes porque antiguamente este pueblo tenía 3 entradas, y en cada una de ellas eran construidas 3 de estas fuentes romanas; que aún persisten en la actualidad. 

Las casas presentan algo bien particular, pues poseen lo que llaman la “batipuerta”; es decir, puertas de madera a media altura, que eran necesarias para que la nieve que se acumulaba en gran cantidad, más o menos hasta la rodilla, no penetrara en la entrada de las casas en la época de invierno; también los protegía del frío.

Pero esta no era la única utilidad de esas puertas. También impedían que salieran o entraran los animales que convivían con ellos. Internamente estas casas tenían 3 pisos, y en el último piso, a nivel de los balcones, colgaban las chacinas para realizar el secado correspondiente; gracias al frío de estación. 

También en este casco histórico se localiza el “Museo de la Casa Chacinera”, recordando que la chacinería fue la base de mayor importancia en la historia de este pueblo, desde el siglo XVII. Actividad que fue una tradición y que pasó de generación en generación, llegando a su esplendor en el siglo XIX.

También, en este casco histórico, y a nivel de la parte central de Calendario, en la zona más alta, se localiza la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. Cuenta con una mezcla de estilos entre lo gótico, románico y mudéjar, y que data de 1329, cuando se colocó la 1era piedra para su construcción. 

Junto a la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción se observa el edificio del Ayuntamiento, que data del siglo XIX. Llama la atención tanto la fachada como las escaleras de piedra en su parte interna. 

Igualmente se puede conocer la Ermita del Humilladero o Ermita Santísimo Cristo del Refugio, construida entre los siglos XV y XVI, y donde se localiza la escultura de este Santísimo Cristo, que data de la época de los Reyes Católicos. Esta iglesia posee las imágenes del Cristo Amarrado a la Columna y la de San Vicente Ferrer.

¿Cómo era la actividad de la chacinería?

Cómo ya se mencionó, entre los siglos XVIII, XIX e inclusive a principios del XX el pueblo de Calendario tuvo su gran auge a nivel de la chacinería; al punto en que llegaron a contarse hasta 103 casas que se dedicaban a esta actividad. 

Estas casas de madera de castaño, forja y piedra poseían 3 niveles; la planta baja, donde se realizaba la matanza de los cerdos, la intermedia o 2da planta, para la vivienda de los dueños y la 3era, donde eran secados los productos. Esta actividad comenzaba en el mes de noviembre hasta el mes de febrero. 

Se destinaban 15 cerdos y 1 buey, y tanto los mozos de El Trevedal como los de La Garganta se desplazaban hasta el pueblo para ayudar en estas matanzas, junto a las diferentes familias y los vecinos. Estos mozos se quedaban en las casas donde trabajaban, hasta el día de celebración de la Candelaria, el 2 de febrero; asistían a misa y luego partían hacia sus pueblos.

Los animales se sacrificaban en plena calle. Eran amarrados a la batipuerta y desde adentro la persona encargada de tal sacrificio se colocaba por detrás de la misma y realizaba su labor sin que le salpicara la sangre; y el animal tampoco podía escapar o entrar a la casa. El horario de comienzo era muy temprano y hasta las 12 del mediodía, luego se limpiaba todo gracias a las regaderas de sus calles. 

Pero al llegar el siglo XX la industrialización de las fábricas cada vez era mayor, y fue cuando esta actividad en Calendario comenzó a decaer; al punto en que hoy día solo hay 1 casa que todavía se dedica a la chacinería. Sin embargo, las nuevas generaciones tienen la oportunidad de enterarse de cómo era esa labor y la importancia que tuvo, mediante el Museo de la Casa Chacinera. 

¿Qué otras actividades se pueden realizar en el pueblo de Calendario?

En Miranda de Castañar, sobre una loma, se observa el castillo de Castañar, que data del siglo XIV y XV, construido sobre otra defensa, con sus murallas todavía en pié y que conserva sus 4 puertas; a unos 98 Km de la provincia de Salamanca. Las calles son estrechas, de suelos empedrados y viviendas bien aprisionadas.

Igualmente, se localiza también el municipio de Mogarraz. Su urbanismo es muy típico medieval, con entramados de madera que están rellenos de mampostería, pero lo que más impacta del lugar son los retratos en las fachadas de las casas; un poco más a 600 retratos. Por eso también se le llama el “pueblo de las 1000 caras”. 

Esto se debe a que en 1967 todos debían tener su DNI. Entonces, el 1er alcalde, llamado Alejandro Martín, para que los habitantes no tuvieran que trasladarse hasta Salamanca, colocó en la bodega de sus padres una sábana blanca y una cámara fotográfica, para que cada uno se tomara la foto respectiva, por lo cual fueron poco a poco desfilando todos. Esos negativos se guardaron, hasta que en el 2012 fueron descubiertos por un artista de la localidad, Florentino Mailo.

A este artista se le ocurrió realizar una exposición de esos retratos y reprodujo a una escala grande unas 388 fotografías, pintando sobre chapas de metal y con una combinación de pinturas al óleo con la cera de abeja; llamada técnica encáustica. Posteriormente, fueron colgadas en la casa donde vivió cada retratado. 

Los que no tenían casa propia, habían emigrado o la vendieron, se colgaron en la iglesia; además, luego se sumaron los vecinos actuales, llegando a unos 700 retratos. Se realizó la exposición y el artista, al finalizar la misma, les regaló las fotografías, y hoy en día son el símbolo de este municipio.

También, desde Calendario se realizan expediciones para conocer ese paraíso natural que los rodea. Son las rutas de senderismo, unas más complejas que otras, dependiendo del gusto de cada uno. Se puede llegar hasta la cima del pico Alvitero, que es el de mayor altura. Igualmente, están las Lagunas del Trampal, de aguas del glaciar o el Paraje Hoya Moros. En verano se celebran sus fiestas patronales. Entre el día 5 y 6 del mes de agosto, en la Plaza Mayor, se festeja a la Virgen de las Nieves y se visten con sus trajes típicos. Desde 1989 se ha catalogado como lugar de Interés Turístico Regional. Para deportes de invierno y poder esquiar está la estación de La Covatilla, con sus 20 Km de extensión.

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